domingo, 28 de septiembre de 2008

¿Ángel o demonio?

A veces toca hacer oídos sordos a nuestro diálogo interno. Es difícil dejar de escuchar esa voz que nos habla, que surge de nuestro inconsciente y que a veces nos juega el papel de ángel y otras el de demonio.
Yo relaciono ese primero con la empatía, la asertividad y el saber hacer, con una buena comunicación intrapersonal y, en cambio, al segundo lo veo más relacionado con la rabia, la ira, las heridas abiertas.

Hace tiempo que trato de acallar a mi demonio pero no lo oculto tras el ángel sencillamente intento apagar las llamas y limar el tridente para que no me hiera accidentalmente. Aunque, no voy a engañar a nadie y mucho menos a mí, eso cuesta mucho y hay que trabajarlo casi a diario por lo que a veces genera un desgaste que llega, incluso, a un plano físico.

En estos momentos me siento agotada por el esfuerzo hecho así que necesito paz interior y eso pasa por tener reservas de agua que acumulo en épocas de lluvia y que enfrían mis demonios e incluso ponerme esparadrapo en la boca y algodones en los oídos que, a veces, más que pitar, chirrían.

Cada uno elige… yo elijo ¿Quién?, ¿Cómo? y ¿Cuándo? Y una vez hecho espero ver si quien recibe coincide conmigo en esos Cómo y cuando. Si no es así pues a otra cosa mariposa. Cuando coincide sobran las palabras así que os animo a tomar consciencia de cuantas cosas esperamos de los demás, de nosotros mismos y del entorno y mantener los ojos y los oídos abiertos para entender que las decisiones importantes pueden ser cosa de 2.

Alguien me enseñó que el silencio puede ser una buena forma de comunicar (cada uno que juzgue si realmente lo es positiva o negativamente porque, sin duda ¡eso sí!, es comunicación) así que aquí va mi silencio una vez más para quien quiera/pueda entenderlo….
( )

PS. Schhhhhhhhhhhhhh…. Silencio!!!!!

domingo, 21 de septiembre de 2008

Una tregua a mis pulmones

Parece mentira como nos engaña el coco, como nos decimos un mensaje en positivo mientras estamos ejecutando en sentido contrario. El tabaco es un buen ejemplo.

Creo que habré dejado de fumar unas 3 veces, 2 de ellas sin intención alguna de materializarlo realmente y otra que me permitió madurar mi fuerza de voluntad y conocer hasta que punto tenía el control mental sobre la acción. Estuve 3 años “sin fumar” aunque hacía lo que muchos a mi alrededor consideraban una suerte poder hacer: me fumaba un pitillo cada x tiempo sin que hubiera una frecuencia lógica (hoy sí y hasta dentro de 2 meses no, mañana no y pasado sí. Creo que no superé los 40 cigarros en esos 3 años.)

Esta vez estoy, por primera vez, enganchada. Fumo sin ganas, me cabrea ver que no me encuentro bien pero no lo dejo y el hábito social ha ganado la batalla al físico. Por primera vez también me he puesto una fecha para “llevar una vida saludable” (hay que formularlo en positivo... ya sabéis, PNL!) así que estoy pregonando esa fecha a todo el que se me acerca para mentalizarme de la decepción que representaría para los que me quieren. Así que aquí lo plasmo para tenerlo claro también hoy: quiero recuperar mi olfato, el olor a suavizante en mi ropa, el hacer mis clases de deporte sin ahogarme y poder respirar el aire puro en la montaña sin estar pendiente de si llegaré a la cima.

Así que, megáfono en mano os digo: EL 18 DE OCTUBRE EMPEZARÉ A LLEVAR UNA VIDA SALUDABLE! ¿Quién se anima?

PS. Lo de la fecha tiene una razón de ser, naturalmente, pero eso es otro cantar. Qué más da... es sólo una elección. :)