domingo, 27 de septiembre de 2009

Se hace camino al andar

El otro día pensaba en ello… Quizás el anuncio de Heineken me impactó algo más de lo habitual para tratarse de un spot publicitario (cosas que hacer antes de morir: vivir!)
Mi cabeza calibraba que cosas pondría a ese lado de la balanza y que otras en la bandeja de la inercia, del dejarse llevar, del perder el tiempo… y la verdad es que si me muero mañana seré una muerta satisfecha. :)

Tengo una familia alucinante. Tuve, en ese contexto, una de esas abuelas que construyen su matriarcado a partir de un carácter aparentemente duro; Una abuela enérgica y luchadora que empezó a darme lecciones que me han sido útiles en la vida desde que tenía 11 años. Y mis padres y mi hermana… brutal! Y luego mis tíos y primos que, como escribí ya un día, no sólo se sientan en nuestra mesa el día de Navidad.

Además he viajado cuanto he querido y el dinero me ha permitido, me he enamorado, me he reído y me río hasta dolerme la mandíbula. Tengo un trabajo, mejor valorado por lo tiempos que corren, pero también un buen trabajo con unos compañeros con los que comparto otras paredes que las de la oficina. Me he emborrachado, subido a atracciones y vivido aventuras que han puesto patas para arriba mi adrenalina. He disfrutado de mis perros y gatos (varios de ellos a lo largo de mi vida) He jugado hasta hartarme, he llorado, me he manchado de verdín los pantalones en más de una ocasión. He sentido el frío y la calma en una puesta de sol y en un amanecer. Me he comido unas sardinas en un puesto del mercado. He probado la cocina peruana, japonesa, tailandesa, libanesa, cubana, etíope… y la he intentado emular sin envenenar a nadie. Me he quedado pasmada con acrobacias de personas que me han hecho parar en un semáforo aún estando en verde. Uff… muchas y más cosas… todo el aprendizaje que se encuentra a los pies y también al alcance de las manos cuando somos capaces de escuchar activamente. Me he caído y levantado muchas veces y siempre llevándome alguna lección a pesar de que muchas las entienda ahora, años después de esas caídas. He tenido los ojos abiertos y he disfrutado de alegrías ajenas. He bailado hasta dolerme los pies, me he relajado con el Concierto de Aranjuez y he vibrado viendo a Sara Baras bailar. He compartido piso con una amiga y hemos hecho jornadas de “puertas abiertas” cuando sólo contábamos con un camping gas y un par de colchones de playa. Amistades que siguen estando en mi vida tras más de 25 años…

Y… ¿Cuánto más? Olores, colores, canciones, comidas, abrazos, besos, películas, fantasías, sueños, ilusión, deseos,… Así que sí, definitivamente sería una muerta satisfecha. Y sobre todo… ahora que sigo aquí me doy cuenta de cuantas de esas cosas que me hacen pensarlo las he hecho sin que me costaran ni un céntimo. Al fin y al cabo me doy cuenta de que un segundo puede tener un valor especial si no me lo paso mirando el reloj.

Cosas que hacer antes de morir: VIVIR!


Seguro que hay mucho más así que mantengo los ojos abiertos, la mente despejada y el corazón metido en agua para no perderme nada. Para seguir aprendiendo y no olvidarme de que sigo siendo una ignorante!!!!

3 comentarios:

Chema dijo...

Hay una conversacion en la pelicula de "conoces a Joe Black" de una mujer que es esta muriendo y la muerte.

Ella del dice que se la lleve que ya esta cansada, que ya no hay nada en el mundo que hacer. La muerte le pregunta que es lo mejor de toda esa vida.

"llegar al final y tener unas bonitas fotos en el corazon"

No es exactamente igual, pero me lo has recordado.

Gracias!!

Towanda dijo...

No me acordaba de esta película, Chema. Es verdad, algo parecido, sí.
Aún y así me queda mucho por vivir... vaya, eso espero... soy optimista!!! :)

Anónimo dijo...

Que maravilloso mancharse los pantalones de verdín. Me encanta esta entrada.