viernes, 20 de marzo de 2009

Calles Paralelas

(Este post es por gentileza de Biónica. Me hace ilusión que alguien más pueda hacer una relfexión en él. Muchas gracias)

Sigo este blog porque cuenta verdades. Aconteciéndose (y lo remarco porque es importante) A-CON-TE-CIEN-DO-SE que aparece en mi vida un personaje de aquellos que sólo aparece cada 10 años, me pregunto: ¿Crees que en algún momento podrían encontrarse dos calles paralelas?

[Y en mi imaginación]: Sí, dice él. Y ella no se lo cree.

He pensado que en base a esta pregunta absurda, puedo aportar -con permiso de la autora- alguna verdad subjetiva, alguna de mis verdades:

1. Los hombres con barba me dan miedo. Luego están las excepciones: un hombre con barba de dos/tres días no da miedo (o sí, pero es un miedo diferente que nos gusta y que ya conocemos). Los que llevan barba de verdad, dan miedo de verdad. Cuando los veo me viene a la cabeza que podrían ser piratas borrachos, salvajes de una isla con estaciones Dharma o directamente, trogloditas.
2. La imagen importa. Ergo, si quieres ir de artista vístete raro. Si eres comercial o abogado ponte traje, si eres gerente o empresario, también.
3. No siempre estoy orgullosa de lo que hago. Tengo la sensación de que aporto poco, aunque más que otros, o sea, soy del montón.
4. Hay tres tipos de persona: la invisible, la gris y la de colores. La invisible pasa desapercibida, la gris no y la de colores tampoco. A mí me gusta la de colores, si son primarios (azul, amarillo y rojo) mejor.
5. Admirar a alguien es peligroso (y también me da miedo).

Y me quedo con esta última para hablar de verdaderas verdades. ¿Por qué me atrae ese personaje? ¿Y si me he obsesionado?, otra vez. ¿Y si no me escapo?, otra vez. ¿Y si me hacen daño? otra vez... ¿O sólo es que necesitaba que en este momento apareciera un personaje de colores chillones?

[Y en mi imaginación]: Dos calles paralelas pueden encontrarse en una plaza, responde él.