viernes, 4 de marzo de 2011

Cacareando, en misa y repicando

Tengo una amiga, que tiene un amigo, que a su vez tiene una hermana que dice que le gusta cotillear, que es superior a ella y que aunque se lo proponga pues no puede evitar desplegar su pabellón auditivo cual parabólica en tejado... ajeno, por supuesto! Y dice también que, de vez en cuando, si los vecinos están energícamente activos (léase discutiendo, por supuesto, también!) pega su oreja a un vaso de cristal y el vaso de cristal a la pared y que, hay que ver que buen conductor de ondas es el vidrio.

Y dice mi amiga, que la hermana de su amigo tiene, curiosamente, unos prismáticos y que de vez en cuando salía al balcón y, sin ánimo de espiar a nadie, contemplando el alcance de los mismos, se había topado, claro!, con el vecino saliendo de la ducha un día. Y que otro día vió a su vecina, la famosa modelo de cuyo nombre dice no acordarse, en plena cópula con su marido, actualmente ex-marido, apunta. Pero que ya lo ha dejado, que "se está quitando" porque parece ser que en el bloque de enfrente del suyo hay un vecino con la misma afición y que fíjate tú el corte que le dio, mientras comprobaba el alcance de los prismáticos, que la pillara y pensase que estaba medio espiando, que una es un poco cotilla pero respeta siempre la intimidad. Claro, claro!!!!

A la hermana del amigo de mi amiga le gusta cotillear y ella dice de si misma que es como una cotorra, que habla por los codos, que cacarea y que sabe que habrá gente que no lo entienda pero que, aunque ella es muy tolerante con la gente, los demás son un poco burros (que ironía!) porque se obcecan en que le gusta cotillear para después ir cacareando como una gallina a sus amigas. Y dice ella, la pobrecita!, que ella lo hace porque siempre se pueden aprender cosas de los demás... aunque los demás no estén en la intención de enseñarle nada y que no veas la de cosas que ha aprendido desde que reconoce que lo de cotillear le hace vivir un poco la vida de los demás pero sin sufrir los problemas, sin malos rollos y bueno, qué pena! y sin disfrutar de las cópulas inter o intra conyugales de los demás.

En fin, coincido con mi amiga y con el amigo de mi amiga, que al menos sinceridad no le falta a su hermana y que en cuanto encuentre novio se le pasará la tontería pero que sólo tiene 15 años y que lo de cotillear está mejor que hacer botellón en pleno invierno o hartarse de psicotrópicos.

Aischhhh.... me he acordado que a esa edad yo me escondía debajo de la cama de mi hermana cuando venían sus amigas a verla. Qué recuerdos! Mi vaso, por áquel entonces estaba hecho con dos yogures y una cuerda. :)