jueves, 3 de enero de 2008

Madeja de lana

Las cosas no llegan en un buen o mal momento, las cosas llegan cuando un@ tiene unos sentimientos u otros y a ellos es a lo que realmente hay que prestar atención.

En ocasiones nuestros miedos más íntimos hacen que un color que no nos gusta empiece a parecernos bonito en una situación determinada. Eso suele hacer que vistamos el color de otras personas aunque en el fondo sepamos que ese color no nos favorece aunque, incluso, no nos guste. Disfrazar nuestros miedos, nuestras carencias vistiendo colores nuevos sólo hace que confundir más nuestro ego y que se siga ocultando su autenticidad. A veces, por eso precisamente, acabamos tirando a la basura alguna prenda a la que teníamos especial cariño, sólo por no tener el color del momento. A veces, aún peor, nos deshacemos inconscientemente de nuestra prenda preferida.

He podido comprobar hace relativamente poco como los sentimientos de la gente hacia nosotros nos pueden hacer cambiar, pueden alimentar nuestro ego como si fueran vitaminas. Pero si no nos nutrimos bien, si no seguimos comiendo nuestros platos preferidos, si no nos cuidamos… las vitaminas no surtirán el efecto necesario para que estemos sanos por dentro. Y lo que es peor, seguiremos tomándolas haciendo creer que, aunque no son necesarias para nosotros en ese momento, quizás en otro nos vengan bien aún a sabiendas de que eso no es una relación causal lógica.

Suele pasar que intentando llevar una situación al plano más sencillo y de la mejor manera que sabemos lo único que conseguimos es complejidad. ¿Dónde radica la clave del éxito para que eso no suceda?

Personalmente creo que para que las cosas sean realmente sencillas basta con “mirarnos por dentro”, decir lo que queremos y no estar en todas y a medias tintas. Hay batallas que no se han hecho para que las lidiemos nosotros si no para que las observemos desde fuera y dejemos que sigan su curso natural.

¿Por qué da tanto miedo cerrar las puertas a cal y canto? Hay puertas que deben quedar cerradas para que otras personas tengan la oportunidad de elegir otro sendero sin quedarse anclados intentando abrirlas cuando lo único que hay entreabierto es la esperanza de un@s y la gula del ego de otr@s.

No hay comentarios: