miércoles, 30 de enero de 2008

Corazón helado

¿Alguna vez se os ha parado el corazón? No, tranquilos… no voy a hablar de experiencias metafísicas ni de la vida después de la muerte... o al menos no por ahora :) Me refiero a si alguna vez habéis notado que vuestro corazón, en un abrir y cerrar de ojos, se congelaba, dejaba de sentir.

Hoy escuchaba muy de cerca a alguien que me decía:

"es como si hubiera metido mi corazón en una urna hermética y se hubieran quedado en ella mis sentimientos, mis emociones... y ahora no soy capaz de dar ni de sentir nada. Sólo imagino el frío pero no tengo ganas de llorar ni podría, ni de reír...ni de nada. Me oigo hablar y alucino de mi serenidad al mismo tiempo que oigo mis palabras llenas de letras y vacías de emociones!!!"

Independientemente del contexto, me quedo perpleja de ver como somos capaces de hacernos una coraza para no sufrir (o no sufrir más??? o, sencillamente, no sentir dolor) en cuestión de segundos. Y me pregunto que se necesitará para que esa urna pueda volver a abrirse... ¿o ya se va a quedar así para siempre?

Recuerdo el caso de un chico que se quedo sin habla tras sufrir un accidente de coche. Sus cuerdas vocales estaban intactas y también su cerebro pero no podía emitir sonido alguno. El estado de schok le había provocado el quedarse mudo y sólo después de terapia pudo volver a hablar pasados muchos meses.

¿No os parece increíble que pudiendo hablar y, sobre todo, queriendo hacerlo, no fuera capaz? Creo que a veces damos por sentado que somos lo que conocemos en un plano consciente pero que nos olvidamos del inconsciente y de las capacidades de nuestra mente... o debería decir ¿incapacidades?

lunes, 21 de enero de 2008

Mis metas

Este post no llevará imagen asociada porque lo que aquí escribo hoy no son palabras mías si no de Virginia Satir.

Las dejo aquí por si alguien necesita recordarlo: (parece tan sencillo... ¿¿¿¿Por qué no lo llevamos todos a la práctica????)

Mis metas

Quiero amarte sin aferrarme,
apreciarte sin juzgarte,
unirme a ti sin invadirte,
invitarte sin exigirte,
dejarte sin sentirme culpable,
y ayudarte sin ofenderte.
Si puedo obtener de ti el mismo trato,
podremos conocernos verdaderamente
y enriquecernos mutuamente.


Otro día os contaré las 5 libertades que plantea esta misma autora. Son dignas también de ser recordadas.

martes, 15 de enero de 2008

¿Somos lo que reflejan nuestros gustos?

¿Os habéis parado a pensar alguna vez en la de cosas que sin saber por que nos encantan? A veces son detalles ínfimos a los que nosotros damos una importancia mayor que otras personas y eso es lo que hace que para nosotros destaquen. Quizás nuestra pasión por los animales, quizás también nuestro espíritu aventurero, o un color… o puede que todo lo contrario. Lo curioso es que muchas veces decimos eso de “en otra vida yo debí ser esto o lo de más allá” buscando, en cierto modo, una explicación a esos gustos o a una forma de ser o a cualquier otra cosa que nos identifique.

Pensaba en ello porque a mí me encantan las especias. No sólo me gustan los platos que se cocinan con ellas si no que además he querido siempre conocer sus propiedades, aprender sobre variedades de todo el mundo, tenerlas de todo tipo…

Bien, buscad aquello que os guste o, mejor aún que os apasione, y parar atención en los motivos que pueden llevar a que sea así, pequeños detalles que pondríais en una lista, resumirlo al máximo, y añadir lo que hace que no sea 100% perfecto. Intentad hacer con ello un paralelismo con vuestra identidad personal. Yo acabo de hacerlo y la verdad es que lo que he sacado me ha sorprendido muchísimo.

No voy a poneros la equivalencia porque salen cosas más positivas que otras y no es cuestión de sacaros mis “trapos sucios” :) pero es interesante ver la correlación entre lo que hacemos, lo que nos gusta y lo que somos.

Quizás no os funcione y esto sea una gran estupidez pero, en cualquier caso, sería interesante compartirlo. Ahí va mi lista:

Colores, aromas, cocina, cultura, países diferentes, mercados, picante, mezcla, gorgojo, sabor intenso, postres, variedad, propiedades, tintes, desconocidas, texturas, vista, orden, fotografía, escozor, frescura, secas, universal, rutas, historia,…

martes, 8 de enero de 2008

Actitud ante la VIDA

A veces la vida nos planta obstáculos delante para que tomemos una actitud con ella, podemos, como suele decirse, rodearlos o bien saltarlos y seguir caminando. Yo me identifico con ese tipo de gente que prefiere saltarlos y, aunque no se me dan demasiado bien las acrobacias, si me caigo al saltar, me sacudo el polvo y lo intento de nuevo.

¿Alguna vez habéis estado seguros de poder alcanzar algo que no es tangible?
El destino no es nada cruel así que tomar esa actitud ante la vida nos conduce hacia él con aprendizajes positivos por eso es importante mantener los ojos bien abiertos a lo que sucede, a nuestras circunstancias.

En fin… dejar fluir está muy bien porque implica VIVIR el presente. Lo importante es no olvidarse de que en algún momento toca decidir si saltar o rodear un obstáculo y estar preparado para esa decisión. En cualquier caso prefiero mi máxima: vive el presente y ten ilusión por el futuro. Y con esto yo elijo: SALTA!!!!

jueves, 3 de enero de 2008

Madeja de lana

Las cosas no llegan en un buen o mal momento, las cosas llegan cuando un@ tiene unos sentimientos u otros y a ellos es a lo que realmente hay que prestar atención.

En ocasiones nuestros miedos más íntimos hacen que un color que no nos gusta empiece a parecernos bonito en una situación determinada. Eso suele hacer que vistamos el color de otras personas aunque en el fondo sepamos que ese color no nos favorece aunque, incluso, no nos guste. Disfrazar nuestros miedos, nuestras carencias vistiendo colores nuevos sólo hace que confundir más nuestro ego y que se siga ocultando su autenticidad. A veces, por eso precisamente, acabamos tirando a la basura alguna prenda a la que teníamos especial cariño, sólo por no tener el color del momento. A veces, aún peor, nos deshacemos inconscientemente de nuestra prenda preferida.

He podido comprobar hace relativamente poco como los sentimientos de la gente hacia nosotros nos pueden hacer cambiar, pueden alimentar nuestro ego como si fueran vitaminas. Pero si no nos nutrimos bien, si no seguimos comiendo nuestros platos preferidos, si no nos cuidamos… las vitaminas no surtirán el efecto necesario para que estemos sanos por dentro. Y lo que es peor, seguiremos tomándolas haciendo creer que, aunque no son necesarias para nosotros en ese momento, quizás en otro nos vengan bien aún a sabiendas de que eso no es una relación causal lógica.

Suele pasar que intentando llevar una situación al plano más sencillo y de la mejor manera que sabemos lo único que conseguimos es complejidad. ¿Dónde radica la clave del éxito para que eso no suceda?

Personalmente creo que para que las cosas sean realmente sencillas basta con “mirarnos por dentro”, decir lo que queremos y no estar en todas y a medias tintas. Hay batallas que no se han hecho para que las lidiemos nosotros si no para que las observemos desde fuera y dejemos que sigan su curso natural.

¿Por qué da tanto miedo cerrar las puertas a cal y canto? Hay puertas que deben quedar cerradas para que otras personas tengan la oportunidad de elegir otro sendero sin quedarse anclados intentando abrirlas cuando lo único que hay entreabierto es la esperanza de un@s y la gula del ego de otr@s.

miércoles, 2 de enero de 2008

Claroscuro

Ayer en el metro una mujer le discutía a su marido el uso de la palabra “cariño” con una compañera de trabajo. La verdad es que los dos parecían tener razón en su justificación. Por lo visto su “cari” o “cariño” era como un grito de guerra, como un guiño de pareja… un apelativo cariñoso que únicamente utilizaban entre ellos normalmente. ¿Por qué ahora él lo utilizaba con otra?

Las personas somos recelosas de lo que consideramos NUESTRO y aunque el sentimiento de posesión es nocivo a corto, medio o largo plazo porque suele acabar pasando factura también es verdad que hay otros sentimientos que son igual de nocivos.

¿Por qué nos equivocamos más cuando nos infravaloramos y alguien nos hace sentir bien? ¿Por qué abrimos puertas que no queremos abrir sólo por sentirnos especiales? ¿Por qué luego cuesta ser honestos?

Parece que el camino del crecimiento personal va en paralelo al crecimiento personal de los que nos rodean y a mi, sinceramente, me parece bastante absurdo.
El crecimiento espiritual de cada uno depende de la capacidad de hacer autocrítica, de la empatía y de las ganas de valorar las cosas que realmente merecen la pena.

A veces se abre un claro entre un cielo espeso de nubes. Quizás un día el señor del metro escuche a su mujer llamar “cariño” a otra persona que no sea él y la entienda pero independientemente de ello ambos deberían hacer una reflexión individual…. También incluso esa compañera de trabajo que tiene su propia vida y circunstancias.

Somos únicos y eso debería bastarnos para sentirnos especiales pero las carencias que tenemos son como un velo negro que no dejan pasar la luz.