Hay cosas que apestan, ¡definitivamente sí!
Parece mentira pero a veces somos conscientes de segundas intenciones de las personas, de objetivos no demasiado honestos, de comportamientos que se repiten y que ya conoces y sin embargo la persona que los tiene delante no los ve.
El fastidio es mayor cuando no podemos decir nada, cuando debemos dejar que la venda de los ojos se le caiga sola y aprenda. Sabes que esa persona que quieres se caerá y se puede hacer daño y sin embargo debes dejar que suceda y que aprenda, una vez en el suelo, a levantarse sola.
Esto me hace pensar en lo curioso del Gas butano ¿sabéis que el gas butano es inodoro?
En su elaboración se le añade un componente para que tenga ese olor desagradable y sea fácilmente detectable en una fuga.
Con las personas no pasa así que más de una vez he querido dejar que la venda mostrase algo pero al ser mis ojos los que veían la otra persona seguía en la inopia. Parece que eso es lo justo y correcto, no??? Cada uno que cometa sus propios errores y aprenda de ellos, no somos nadie para “desvelar” nuestra percepción porque a ojos de un tercero puede ser tan errónea como la primera.
Las piedras del camino están para que aprendamos de los traspiés. No debemos quitárselas a nadie que necesite aprender de ellos porque aunque parezca que les ahorraremos tiempo y un disgusto puede ser que a medio o largo plazo sea justo al revés.
Mengulas Sepeninggalan John Lennon
Hace 7 años